jueves, 26 de diciembre de 2013

¿Qué es realmente el tabaco?


Que el tabaco provoca adicción es una evidencia científica, pero en ocasiones se pierde de vista éste aspecto al situarse detrás de la columna de humo (nunca mejor dicho) que forman los aspectos como la sofisticación, etc. Me he propuesto aclarar algunos conceptos a modo de información sobre la adicción al tabaco (y sus componentes adictivos como la Nicotina y no adictivos como el Alquitrán, el Benzopireno, el Cadmio o la Naftalina entre muchos otros). 

Las adicciones a sustancias se caracterizan por la pérdida del control de la vida, y el tabaco no es una excepción, dado que se sigue fumando a pesar de sus consecuencias negativas.
La realidad es que los fumadores pagan (cada vez más) por introducir en el cuerpo un veneno perjudicial que engancha y controla (¿Cuánto tiempo, salud y dinero ahorrarías sin tabaco?).


La gran mayoría de las veces, se comienza a fumar por presión social, porque alguien en el grupo de amigos o en la familia fuma y/o porque es una droga de fácil acceso (es legal). Además, cuando se comienza a fumar (generalmente en la juventud), no se tiene la capacidad de resistir tantas presiones, por lo que se acaba cediendo, a pesar de que incluso las primeras veces sabe mal y no gusta. Si realmente es tan bueno ¿querrías que tus hijos fumaran?. Te invito a que eches un ojo a la fábula "Dos números menos" (haciendo click). 


Una vez se consume por primera vez, las sustancias tóxicas crean un potente ciclo de adicción que atrapa aunque no quieras. Por un lado se crea la dependencia física del tabaco debido a la Nicotina, y además la dependencia psicológica del hecho de fumar (muchas veces basada en mitos irreales). Cuando no se introduce se crea un malestar (llamado síndrome de abstinencia) que muchas veces es confundido con estrés. Al fumar este “estrés” creado por la adicción desaparece, y por esto, las personas que fuman dicen que les mejora el estado de ánimo (además de que es lo que mantiene la adicción). Por otro lado, cuanto más se fume, más hay que fumar (tolerancia) para conseguir esa falsa sensación de bienestar. Los motivos o beneficios para seguir fumando, aparte de los mencionados, pueden ser tan diferentes como cada circunstancia personal (que el jefe te de un descanso para fumar, sentido de pertenencia a un grupo, imagen “glamurosa”, etc.).

Éstos son solo algunos de los aspectos que cierran el ciclo de la adicción, atrapando a las personas fumadoras.




En definitiva, el tabaco es una droga en la que te inicias no por iniciativa propia, sino por presiones externas (para quedar bien, por “hacerte el mayor…”, pero que te atrapa cuando lo pruebas, y cuando pasa el tiempo, lo que ocurre es que surgen escusas como “me gusta” o “fumo porque quiero”. Y no te das cuenta de las consecuencias reales hasta que las vives (un cáncer, problemas de corazón, etc.). Es lo que no dejo de oír en las personas que han dejado de fumar. Los riesgos pueden verse lejanos, pero realmente están en cada calada, lo único que cuanto más tiempo se fume, peores serán los síntomas y cuanto antes se deje, mejor y más probable será la recuperación de una vida sin dependencia del tabaco




Si decides comenzar una vida libre de tabaco, puedes consultar alguna de estas guías o concertar una cita con un profesional de la salud. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario